Manuel Molina, uno
de los más grandes artistas del flamenco, ha fallecido cerca de las dos de la
madrugada de este martes 19 de mayo en Sevilla, a causa de una grave
enfermedad.
Manuel Molina se marcha pocos días después de emitirse recientes
declaraciones en Televisión Española, a través del documental ‘Flamenco Revolution’ el pasado jueves 14, consiguiendo ser trending topic en Twitter,
con Manuel mostrando su perspectiva sobre la evolución del flamenco en la
década de los ochenta.
Nacido en Ceuta en 1948, con el tiempo fue tan trianero como el Altozano.
El arte de la belleza en aquella Calle del Beso, la creación de nuevos caminos
y apertura a públicos junto a Lole a partir de Nuevo Día, pero antes de Lole y
Manuel fue fundamental en los orígenes del rock andaluz, primero como
integrante de Smash y después como inspiración del grupo Triana cuando
comenzaron con aquel ‘Patio’, ‘Todo es de Color...’ Aquel que no cruzó la
pierna para tocar la guitarra. Pero ante todo, siempre será para todos un
artista único, irrepetible, el que conseguía emocionar como nadie interpretando
versos propios o ajenos.
“A los poetas es a los únicos que se nos permite poder subir al
cielo y coger la luna, traerla, y beberte el mar”, nos contaba Manuel Molina en
aquella entrevista con la que se inauguró la web aireflamenco.com, el 19 de
diciembre del año 2003. En aquel diálogo también habló del tiempo: “es un buen
amigo y un gran enemigo, porque se va y no vuelve”. Pero el tiempo de Manuel
Molina Jiménez es y será siempre eterno, para siempre, al compás único de su
arte, esencia trianera.